15/2/13

Carta a Murphy

Decente Murphy,
No sé como empezar para decirte (claro, si es que algún día me llegas a escuchar) todo esto que me sucede y no puedo evitar. A vos... te odio. Sí, te odio, pero también te admiro. Es increíble como eres adivino de mis infortunios y orador de las leyes tan satíricas.  Claro, "todo puedo salir peor", esta frase he descubierto que es infinita, pues cuando se piensa que ha terminado, se descubre que es solo un escalón de tantos otros escalones en las escaleras que nos movemos.


¡ Me REVIENTA y EXPLOTO/Ó !
coincidencias SUBALTERNAS,
groserías SUBTERRÁNEAS,
libertades ENCONTRADAS,
puntos LLENOS DE SUSPENSO...

Y ahora mismo te explico todo esto. Estoy harto, tan harto que me revienta la mema, la choya, la santa maceta. Revienta de modo uniforme, bien formada y alineada Se desmorona por el techo. Te ahorco y te escupo como puedo, sin hacerte sentir mal, amigo mío, pues solo quiero que sepas cómo me siento y a dónde paré con esta reacción de apego. Me distraigo y ya no pienso; me distraigo y ya no siento.
Lo superaré por el momento; gracias por tu consejo.

Las leyes absurdas que gobiernan mi destino y el azar de mi camino me hacen caer en oportunidad y decisión. Pero, ¡oh! qué carajos de desición, si toda desición está condicionada por mi existencia...
Mi libertad termina en tu derecho, en tu izquierdo y en tu centro; en tu ser. Estoy limitado y estoy cansado de respetarte porque eres estúpido. Tenía que decírtelo: ¡eres estúpido y ya me tienes harto! Eres de mente pequeña, inflable y maleable.

En resumen, en el parque y la glorieta te digo, decente Murphy, estoy hasta los chongos de tí. De tus monerías, payasadas y mentadas. Solo eso y todo lo demás; poquito más y muchito menos.

Por ahora es todo, gracias por escuchar decente Murphy (que de prudente no tienes nada). Me despido y te mando mis más queridos pésames. Tú, inicio de la desgracia e inoportunidades recoje tu basura y vete que apestas a tendendia y pesimismo. Vete lejos y vuelve solo poquito, para sazonar el equilibrio de mis banquitos. Bueno platicar contigo, nos leemos en la siguiente vuelta, que como siempre, será cuando menos yo quiera.


Tu decente humano,
el Hambriento Vagabundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario