3/12/09

Don Panfleto: el vaso nunca termina de estar sucio, pero hay que limpiarlo.

¡Usted no! Usted cállese esa boca de marrano. ¡No me diga que la mataron, por favor!

Don Panfleto asiente; el borracho empieza a llorar como despavorido

¡¡¡NOOOO!!! ¡... y como puede ser?! y ahora quién le dará leche a mis mocosos. Solo piénselo , ¿cómo le hacemos nosotros? No se puede. No, no se puede. Así de fácil. Pobres niños, tan chicos. PERO, ¡¿POR QUÉ, CARAJO?! Ya se la llevaron tenía una voz tan bella. Usted la conocía. Ya ve que veníamos a tomar de vez en cuando, pero yo no la metía mucho. Sí, a ella si le gusta entrarle fuerte. Y pues no. Luego dígame ¿cómo la regreso a casa cargando? Ella estaba rechoncha, si bastante. Tenía buena carne. ¡¡HIJOS DE LA GÜAYABA! ¡Deme otra, pues! Yo le invito una a usted. Pero a sus gemelos, esos a su lado, dígales, dígales que ellos nada. Que aquí nada más se le dispara a los compadres. Órale pues, échele a fondo.

El borracho se bebe el vaso de leche bronca con un poco de tequila y se va para atrás hasta caerse con todo y banco. Don panfleto le pasa el vaso que el mismo se sirvió a uno medio borracho a su derecha. Ya en el suelo el borracho dice:

Y mire que me la quitaron así por pura "pobreza" si yo estoy más pobre que ellos. Eso de robar estando pobre yo digo que no se vale. Pero pues ya nos vemos a ver si ahorita puedo conseguir una barata. Ya no tome Don Panfleto que se va a quedar sin voz. Le quema la garganta.

Borracho sale de cantina riéndose se despide. Regresa asomándose y dice:

Don Panfleto, oiga, ¿no conoce a alguien por ahí que venda una vaca linda?

1 comentario: