La decepción social somos nosotros. Así simplemente. Todo lo que hacemos nos lleva a la mera coincidencia llamada realidad.
La infinita ignorancia perturbadora. Flotando allí y acá. Somos, pero no estamos.
Esa generosidad falsa (apodo dado por los compadres) que nos empieza a evaporar hasta condensar. Tormentas suaves o lluvias moja bobos, da igual; El empape termina siendo lo mismo. Un poco rasposo. Lluvia ácida, eso es.
Una memoria presente, podría ser de espacio y tiempo, pues no retengo mucha información. Con un espacio para no más de 5 solicitudes diarias, se atascan y no por orden de importancia, sino por la demanda política de nuestro entorno inmediato.
No hay comentarios:
Publicar un comentario